Educadora Infantil
Un imprescindible en nuestra biblioteca
“Por cuatro esquinitas de nada” es un libro muy conocido y querido, también suele ser muy usado en las escuelas ya que, aunque aparentemente puede parecer una historia simple, tiene mucho que ofrecer y con él se pueden trabajar un montón de temas diferentes. ¡Además a los peques les encanta!
El tema principal se enfoca en la aceptación de las diferencias individuales y en el diálogo y la reflexión como herramientas para resolver conflictos y encontrar soluciones. Pero hay mucho, mucho más bajo la superficie.
A través de unas sencillas formas geométricas, que actúan como personajes, el autor transmite de una forma muy clara su potente y necesario mensaje.
Una historia “sencilla” que esconde mucho en su interior
Todo comienza cuando nuestro protagonista, “Cuadradito”, quiere entrar en la casa grande para estar con sus amigos Redonditos. Pero resulta que no puede porque la puerta es redonda y él no cabe por ahí. Eso le pone muy triste, ¿qué puede hacer? Enseguida intenta cambiar de forma, se alarga, se estira, se tuerce, se dobla… Pero es imposible, sigue sin poder entrar.
Sus amigos quieren ayudarle pero, aunque tienen buena intención, no siempre se les ocurren buenas ideas. Intentan cambiarlo, convencerlo y hasta se les ocurre recortarle un poco para acomodarlo a la forma de la puerta. Menos mal que al final, tras reflexionar y hablar entre todos, consiguen dar con una solución perfecta para todos.
La aceptación de las diferencias individuales como tema principal
La historia ofrece un mensaje claro y directo, aunque de forma sutil. A través de lo que viven los personajes los niños y niñas suelen empatizar fácilmente con ellos y pueden sacar sus propias conclusiones. Y aunque, como decía, el tema principal es la aceptación de las diferencias individuales, puede dar para reflexionar y debatir sobre muchos otros como el respeto, la integración, la igualdad de derechos, la búsqueda de aprobación, la amistad, la diversidad, la resolución de conflictos y la autoestima, por ejemplo.
El libro tiene un formato muy manejable, es de tapa dura y su estética llama enseguida la atención por su sencillez y los colores tan llamativos. Las ilustraciones son simples formas geométricas, pero con mucha personalidad, y se convierten en unos personajes entrañables. El texto está compuesto de frases cortas y muy concretas perfectas para primeros lectores, aunque está dirigido a niños y niñas de todas las edades. Es fácilmente comprensible tanto para pequeños como más mayores, y se puede adaptar al nivel de cada uno/a. ¡Incluso a los adultos nos dará que pensar!
Jérôme Ruillier tiene un estilo fresco y original, ha escrito e ilustrado muchos libros infantiles y es de esos escritores que no necesitan muchas palabras para transmitir su mensaje.
Lo que más nos ha gustado
Algo que agradezco en los libros es que no haya un discurso moralizador, prefiero que invite a pensar y reflexionar, que encienda la chispa y nos haga sacar nuestras propias conclusiones. Sin duda esta historia es de esas, sutil y sencilla, sin muchas florituras y con un contenido muy adaptable a infinidad de situaciones diferentes. Es ideal para debatir y trabajar muchísimos aspectos importantes con los que los peques pueden sentirse identificados y entender fácilmente. Todo un acierto.
Conclusión general
Como veis es una propuesta de lo más completa a todos los niveles. Personalmente me parece una pequeña joya que no puede faltar en ninguna biblioteca. Perfecto para disfrutar en familia, como punto de partida para trabajar en el aula y para leer, releer y volver a leer. Os aseguro que Cuadradito se convertirá en unos de vuestros personajes favoritos.
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